“Si no lo puede medir, no lo puede administrar'’. Este proverbio parece ser el interminable grito de Batalla de los ejecutivos de negocios hoy en día. En un mundo de presupuestos ajustados y de aumento de la regulación y supervisión, los ejecutivos constantemente esperan de sus gerentes un estándar de desempeño y responsabilidad cada vez más alto. Ahora, a los gerentes se les exige que entreguen datos irrefutables para justificar los fondos y solicitar recursos y deben demostrar el retorno de la inversión (ROI) de su programa.

Los presupuestos restringen el diseño de los sistemas de seguridad física. Una forma cada vez más popular de abordar este desafío, así como la gestión global del programa, es el uso de métricas para proporcionar datos útiles. Las métricas muestran el estado de un programa, identifican las tendencias rendimiento y demuestran el ROI o el valor añadido dé un programa.